Literatura rusa

Llevo estudiando con Elena como profesora de ruso como lengua extranjera alrededor de 9 meses y estoy plenamente satisfecho con sus habilidades profesionales y su estilo de enseñanza. Elena aplica un estilo flexible de enseñanza para permitir a los estudiantes que cumplan con sus objetivos individuales. Además, siempre se asegura de que todas las competencias lingüísticas, tales como la gramática, lectura, escritura, comprensión auditiva y la pronunciación, se desarrollen de manera integral.
Elena crea un ambiente de amistad y apoyo en sus clases que además es muy motivador, así que el alumno alcanza sus metas muy rápidamente.
Les recomiendo encarecidamente las clases de ruso con Elena.

Conocí a mi profesora Alexandra hace tres años. Por aquel entonces yo era estudiante de posgrado en la Universidad Católica de Milán y realizaba en Moscú un trabajo de investigación para mi tesis doctoral. Me puse en contacto con la escuela de ruso porque quería mejorar la expresión oral y me apunté al curso individual de Alexandra. Ella es una profesora competente, afectuosa y que desempeña muy bien su trabajo. Lo que más me atrajo fue su interés por la lingüística, por lo que discutíamos algunos temas que yo trataba en el doctorado. ¡Aún conservo un libro de M. Krongauz que ella me regaló!

Mijaíl Yurevich fue mi profesor de ruso durante el primer semestre de 2014 en la Universidad Estatal M.V. Lomonósov de Moscú (MGU). Con él trabajábamos las reglas gramaticales y el lenguaje hablado al mismo tiempo: él entendía que, una cosa son las reglas gramaticales, y otra cosa completamente diferente y muy importante es la manera de hablar de los rusos, la forma en la que tú mismo puedes interactuar en ruso, los cliché y expresiones que utilizan, cómo de rápido te orientas tanto en situaciones habituales como en cuestiones políticas o filosóficas, cómo actuar cuando necesitas expresar tu opinión, saber qué canciones saben y cantan los rusos, etc. Nosotros hacíamos ejercicios escritos y los corregíamos durante las clases; Mijaíl Yurevich nos daba diálogos continuamente mediante los cuales hacíamos debates acerca de diferentes temas y, de esta manera, a todos los alumnos se nos daba la oportunidad de expresar nuestros pensamientos y opiniones en voz alta y hacernos preguntas los unos a los otros. Mijaíl Yurevich alcanzó su objetivo: nadie se avergonzaba o tenía miedo de hablar y, para mí, eso es lo más importante. Cada estudiante se sentía lo suficientemente seguro de hablar libremente y comprender que es algo totalmente posible. Por tanto, ¡creo que Mijaíl Yurevich es un profesor excelente!